28 de junio de 2011

Orgullo Gay - Sobran los motivos

El 28 de junio de 1969, la redada policial en el pub neoyorquino Stonewall Inn -situado en Greenwich Village, actualmente, el Chueca de Manhattan-, no quedó impune. Decenas de personas se manifestaron violentamente en favor de los derechos de la comunidad LGTB y en contra de la represión histórica a la que se ha visto sometida. Así, los llamados Disturbios de Stonewall fueron el germen del movimiento de liberación gay; primero, en Estados Unidos; después, en el resto del mundo.

Hoy, 28 de junio de 2011 -42 años después-, se celebra la semana del Orgullo Gay. Aunque no está de más acotar que solo allí donde la homosexualidad no arrastra al ostracismo social ni constituye un delito, condenado, en ocho naciones, a pena de muerte.

El Orgullo Gay es una conmemoración y una reivindicación, pero también una celebración que llena las calles de colores, cuerpos desnudos, música, purpurina y confeti. Y es precisamente este carácter festivo y transgresor lo que da miserables argumentos a quienes lo tachan de indigno por frívolo, exhibicionista, comercial o superficial. ¿Quién dijo que una reivindicación tenga que parecer un funeral siciliano? Precisamente, este carnaval de estío ha conseguido, con su ambiente de juerga, una visibilidad imposible por otros medios. Además, son cada vez más los heterosexuales que se unen a la fiesta.




Estos, los que miran los desfiles de medio lado y con desdén, suelen ser los mismos que aseguran que ya pasó el momento del Orgullo Gay, que ya no tiene sentido, que solo es un empeño en diferenciarse, que ya se han conquistado todos los derechos, que es exhibir por exhibir, que "más les valdría integrarse y dejar de llamar la atención".

A estos les digo que mientras...

...haya un solo país que considere la homosexualidad como un delito 

...ser homosexual se castigue con pena de muerte en Afganistán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Mauritania, Nigeria, Sudán y Yemen

...la Ley condene, en más de 80 naciones, a trabajos forzados, tortura o cárcel a las personas que mantienen relaciones con otras de su mismo sexo

...decenas de adolescentes se suiciden cada año en el mundo porque la presión o las vejaciones del entorno fueron más fuertes

...ciertos gobiernos impongan penas más laxas a las lesbianas, no por bondad o clemencia, sino porque ni siquiera pueden concebir que el amor carnal o sentimental entre dos mujeres exista

...el Vaticano vincule la homosexualidad a la enfermedad, la inmoralidad o el pecado

...el Partido Popular, que seguramente nos gobernará a partir de 2012 -si no antes-, mantenga en el Tribunal Constitucional un recurso contra la ley que regula el matrimonio entre personas del mismo sexo

...existan clínicas que 'curan' la 'patología' homosexual

...la obesidad y la homosexualidad sean las principales causas de bullying en los centros españoles de enseñanza secundaria

...un amigo confiese a otro, aterrado y entre lágrimas, que su padre le encañonó con una escopeta de caza al salir del armario

Mientras todo esto siga sucediendo, sobrarán los motivos para encaramarse a unos tacones vertiginosos, desnudar el torso, bailar hasta desfallecer, desgañitarse hasta la afonía, besarse con desesperación o histrionismo si hace falta y tomar la calle a golpe de tópico, al ritmo de Gloria Gaynor.

27 de junio de 2011

UP(gayfriendl)yD



Esta semana, el Orgullo Gay toma la calle, y vestimos de arcoiris el logo de UPyD, para seguir reivindicando lo que para muchos (equivocados) ya carece de sentido. Porque muchos creen (equivocados) que el colectivo homosexual, bisexual y transexual ya ha conquistado todos los derechos posibles. Olvidan esos países donde la homosexualidad es una condena a muerte; olvidan que la prostitución sigue siendo la única salida profesional para infinidad de transexuales; olvidan -o quieren olvidar- que... 

Mañana, en conmemoración de los disturbios de Stonewall, veremos que aún quedan infinitas razones para salir al asfalto, dar la cara y luchar.

Gracias a Juan Carlos Vázquez -miembro del Consejo Territorial de UPyD en la Comunidad Valenciana- (en Twitter, @JCVazquezReig) por cederme este logo festivo y reivindicativo de UPyD. Su autor: Iñaki Fernández Gil, estudiante de Arquitectura de Valencia (@igfergi en Twitter).

25 de junio de 2011

¿Eres judía?

De vez en cuando, alguien que acaba de conocerme me pregunta, forzando una cómica cara de póquer muy mal conseguida: "¿Eres judía?". La pregunta parte de la Estrella de David plateada que llevo al cuello desde hace 2 o 3 años.

Y no, no soy judía, aunque vaya usted a saber -sospechas hay, por parte paterna- si algún remoto antepasado dejó algo de judaísmo en mi ADN (en cualquier caso, es lo de menos). Es la ventaja de vivir en un país maravillosamente entregado históricamente, y por fortuna, al mestizaje. Esa Estrella de David es una reivindicación y una humilde provocación. Y funciona. Y de qué manera...

En Europa, manifestar que uno apoya el derecho de Israel a existir constituye toda una provocación. Es la Europa que históricamente ha adoptado el papel de bueno de la película, quizá porque sabe que los malos oficiales siempre le sacan las castañas del fuego, como lo hicieron, por ejemplo, en Normandía. Es la Europa que nunca entra en guerra, sino que apoya misiones de paz. Ja y ja y ja. La que de tan políticamente correcta, roza y rebasa el ridículo cada vez más a menudo. Maniquea, te exige posicionarte, inequívoca y radicalmente, en uno u otro bando, sin críticas ni autocríticas; sin matices: blanco o negro.

No entiende ni admite que rechaces ciertas acciones del gobierno de Israel, pero también otras por parte del palestino. Al defender, como mal menor, la existencia de un muro que divida territorios -ojalá no fuera necesario-, que ha conseguido frenar como nunca los atentados y el tráfico de armas, te recuerda, maldito tic tramposo, el Muro de Berlín, que nada tiene que ver con este otro. Dibuja una Franja de Gaza, donde se acaba de inaugurar un centro comercial del lujo, en la que sus habitantes prácticamente mueren de inanición.

Solo recuerda los muertos de un lado y le falta poco para afirmar que los del otro se merecían su destino, por opresores. Habla de piedras y niños contra soldados profesionales y tanques. Olvida así la lluvia de misiles que caen cada año sobre territorio israelí. Olvida así la atrocidad de arrastrar a los niños por el camino de la violencia. Olvida así que si Palestina dispone de pocos medios no es porque Israel le impida crecer económicamente, sino porque elige una y otra vez gobiernos corruptos -y terroristas-, que despilfarran y malversan los fondos millonarios que llegan desde países árabes vecinos.

Habla con emoción de Flotillas de la Libertad: idealistas, solidarias, masacradas por el cruel ejército judío (cabría recordar que Israel también tiene ciudadanos musulmanes, cristianos, ateos y agnósticos). Flotillas que, además de medicamentos y alimentos, van cargadas con odio y manipulación por toneladas. ¿Cuántos europeos saben que hay un puerto en Israel que permite -previo registro por razones de seguridad, obviamente- la entrada de alimentos para Gaza? ¿Cuántos saben que las flotillas se niegan a utilizar este puerto? No quieren que la realidad les eche por tierra un buen y arraigado prejuicio... Los medios de comunicación tampoco ayudan, es cierto.

Hoy, tal como nos ha recordado @mmerino en Twitter, "se cumplen cinco años del secuestro del israelí Gilad Shalit a manos del partido gobernante de la Franja de Gaza". No soy judía. Pero atea y todo, me estoy planteando convertirme al judaísmo, por joder, mayormente.

24 de junio de 2011

Rectificación

El pasado 16 de junio, publiqué una entrada titulada Warning: Universidad - Prohibido saber en este blog, que puede leerse aquí.

La escribí en un momento de cierta exaltación y, tal como suele suceder cuando las cosas se hacen en un estado de especial nerviosismo, lo hice mal; sin ambages: mal.

Por eso, quisiera en primer lugar disculparme y en segundo lugar, reconocer mi culpa ante aquellas personas a las que metí en el mismo saco injustamente y que, por ello, comprensiblemente, hayan podido sentirse dolidas u ofendidas: no son ni mucho menos 20, tal como afirmé en aquel momento.

Diré que no llegan a la decena los cómplices pasivos del acoso al que me he visto sometida durante meses por parte de tres personas fundamentalmente. Espero que se entienda que no las nombre, puesto que en aquella entrada tampoco personalicé en nadie. Además, creo que nombrando expondría demasiado su identidad. 

Sin más, reitero nuevamente mis disculpas.

21 de junio de 2011

Público-La Razón: curso de manipulación periodística

19 de junio de 2011. Miles de personas se manifiestan en las calles de diversas ciudades españolas para gritar su hartazgo ante la corrupción política y de los políticos, los abusos del bipartidismo o una crisis que les ahoga, de la que son los menores responsables y los mayores paganos. Decenas de miles toman la calle para elevar un ¡BASTA YA! a nuestros representantes en las instituciones y para refrendar que el movimiento 15M sigue vivo y no se cansa. 

Al día siguiente, la po(r)tada del diario La Razón ilustra la manifestación madrileña, cuyo punto de encuentro es la Plaza de Neptuno, con una fotografía (me centraré solo en la imagen, aunque el titular tampoco tiene desperdicio) mentirosa, manipuladora, tendenciosa hasta la náusea. Inmediatamente, Twitter denuncia el hecho: los indignados están más indignados que nunca, básicamente, por dos motivos:

1.- La perspectiva: Deja fuera de plano el espacio en el que se concentran la mayor parte de los manifestantes, para dar protagonismo a una amplia avenida vacía que queda fuera del recorrido.
2.- En un zoom, puede apreciarse que un manifestante se ha quedado sin cabeza. A su alrededor, lo que parece la estela de otras personas, que también han desaparecido.

Sobre el segundo punto, hoy, dos días después, no tengo nada que decir, puesto que La Razón se apresuró a aclarar que la desaparición del tronco superior de un manifestante se debía a un problema en el ensamblaje de varias fotografías, realizadas para obtener una buena panorámica. Opto por creerme la explicación del diario. Para lo que no hay excusa es para esa maldita perspectiva. He aquí dos imágenes: a la izquierda, un retrato honesto del panorama; a la derecha, la manipulación hecha imagen:



Entre ambas fotografías hay dos diferencias fundamentales:

1.- El plano general, frente a la búsqueda de los espacios vacíos.
2.- La obsesión por evitar que la realidad contradiga nuestros postulados.

3 de abril de 2011. El Palacio de Vistalegre (Madrid) acoge un mitin de precampaña de UPyD. La antigua plaza de toros, símbolo y bastión -hasta ahora- del PSOE, que decide cancelar su tradicional acto electoral porque no está el horno para bollos, cede el monopolio.

En el ánimo del partido magenta flota, no tiene sentido negarlo, un cierto miedo en torno al aforo: Vistalegre es muy grande (15.000 plazas) y la formación, pequeña. Con todo, se cumplen las mejores expectativas: más de 6.000 personas acuden al encuentro desde varios puntos de España: éxito absoluto. Así lo describí en una crónica que redacté sobre este día y que puede leerse en su totalidad aquí: A medida que avanzan los minutos, las gradas de la plaza de Vistalegre se van llenando, hasta alcanzar una oronda cifra que supera los 6.000 (todo un hito para un partido que cuenta con algo más de 7.000 afiliados en toda España), mientras en la arena, reservada para los candidatos por UPyD, apenas quedan sillas sin dueño.

Pero en el autobús que devuelve a casa a los asturianos que han viajado esa madrugada hacia Madrid, el desánimo y la rabia comienzan a cundir cuando, en un seguimiento a tiempo real de la repercusión mediática del acto, comprueban que la realidad ha vuelto a acomodarse a las líneas editoriales... Aunque por su importancia y recalcitrante repetición, este es un fenómeno que requiere una entrada en exclusiva en este blog en otro momento.

Hoy me centraré solamente en las fotografías: la mayoría de ellas, correctas, honestas, sin un pero. Sin embargo, llega el turno de, entre otros, el diario Público -ese panfleto de la izquierda más obsoleta, decimonónica y rancia; esa biblia de los que confunden progresismo con adhesión incondicional y visceral a unos postulados caducos, ese folleto maniqueo que desconoce la autocrítica y que, disfrazado de revolución, rinde pleitesía al gigante de la izquierda oficial-. Y Público nos regala una fotografía, atribuida a la Agencia Efe, que pervierte y convierte en esperpento deformado lo que sucedió en Vistalegre.

He aquí el contraste entre lo que ellos querían que pareciera y lo que en realidad fue:



 Entre ambas fotografías hay dos diferencias fundamentales:

1.- Un giro de cámara de 180º.
2.- El ángulo ruin, el tramposo, el que busca los espacios vacíos con obsesión malsana.

La fotografía de la izquierda (me limitaré solo en la imagen, aunque el titular de aquel día tampoco tiene desperdicio) es mentirosa, manipuladora, tendenciosa hasta la náusea. Y la explico: como ya he dicho, UPyD decidió reducir a la mitad (entre 7.000 y 8.000 plazas) el aforo de Vistalegre, básicamente, por cuestiones técnicas y de logística: había que reservar espacio para el escenario, las pantallas, la iluminación, etc. Pues bien, el vacío es el protagonista de una imagen que se centra en aquel sector inhabilitado del graderío, más el inevitable espacio (a la derecha) que queda entre lo que en su día fue la arena del coso y las gradas.

Del 3 de abril al 19 de junio. De Público a La Razón. Aparentemente -no entiendo por qué algunos siguen empeñados en defender esta indefendible tesis-, dos formas antagónicas de hacer periodismo. Realmente, dos panfletos al sevicio de un mismo objetivo: educar a los ciudadanos, de forma paternalista e inmoral, en unos principios que son dogma: los únicos buenos, los únicos válidos, los suyos. Y en este caso concreto, un fin común: tratar de convencernos de que fue un fracaso de convocatoria lo que resultó un éxito de asistencia.

Mismo perro, distinto target.

19 de junio de 2011

La lenta agonía del domingo

Agoniza el domingo y la mente busca con desesperación subterfugios para no afrontar un lunes inminente.
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Languidece el domingo: ¿Ya? Y llega el arrepentimiento de no haber aprovechado con ganas compulsivas y conciencia plena las 48 horas de tregua.
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Se esfuma el domingo y la cuenta atrás resulta morosa y trepidante a la vez.
 .
Se esconde el domingo por el horizonte y nos apoltrona con resignación en el sofá, contemplando con pasmo nuestra propia derrota en una lucha perdida de antemano contra ese molesto ciclo de siete días que nos obliga a esperar el viernes con un ansia mal disimulada.

Se despide el domingo y nos deja cara de idiotas.

18 de junio de 2011

Bildu y la bandera: la Historia se repite

Hace cuatro años, publiqué en el suplemento Crónica, del diario El Mundo, un pequeño reportaje sobre José Luis Sosa-Dias, el uruguayo que viajó a España con su familia a finales de los 70 para buscar, como tantos otros, una vida mejor que su país le negaba. En la dura despedida del aeropuerto de Montevideo, alguien le regaló una pequeña banderita uruguaya para que no olvidase sus orígenes. En la actualidad, José Luis es el mayor fabricante de banderas en España y el tercero en Europa.

En aquella ocasión, septiembre de 2007, dos fueron las razones para escribir aquel reportaje: mientras Regina Otaola, la alcaldesa popular del municipio vasco de Lizartza, echaba un valiente pulso a los abertzales izando la bandera española en el consistorio, las ventas de la enseña se disparaban con motivo de las manifestaciones que llenaban las calles en contra de la negociación del Gobierno con la banda terrorista ETA.

Entonces era ANV. Hoy es Bildu, que el 11 de junio y nada más tomar posesión de la alcaldía de Lizartza, retiró la bandera española para que solo la ikurriña ondeara en la balconada, incumpliendo así la legislación vigente con completa impunidad. Flagrante acto de ilegalidad y revancha que, por cierto, los medios de comunicación autoproclamados "progresistas" no consideraron digno de cobertura.

Aquellos que se empeñan en no ver más allá de su fanatismo, dirán que estos son asuntos menores que solo escandalizan a unos cuantos "fachas". No han entendido nada. No comprenden que nuestro empeño en que la bandera de España ondee en cada ayuntamiento no responde a un sentimiento caduco o meramente folclórico, sino que esa bandera representa la libertad, el Estado de Derecho que entre todos construimos: ese que no excluye, ese que nos equipara, que nos ampara y que se asienta en un sistema democrático cimentado en la Constitución de 1978. 

Esa bandera tiene hoy más sentido que nunca en los mástiles, por ser aquella que ningunean, desprecian y queman los mismos que atemorizan, coaccionan y matan en nombre de unos ideales que, legítimos o no, solo deben defenderse desde las instituciones y bajo un respeto pulcro de las leyes democráticas.

Cuatro años después, la Historia se repite. Es trágico y desesperanzador. Es triste e indignante. Pero ante todo, es un motivo más que suficiente para seguir homenajeando a valientes como Regina Otaola, para seguir demostrando desde la palabra y la valentía que somos muchos quienes estamos con los héroes cotidianos del País Vasco, independientemente de las siglas en las que militen, siempre que no sean las de los asesinos sanguinarios: hoy, Bildu; ayer, ANV; antes, Herri Batasuna.

Va aquí mi particular y humilde homenaje, recordando en la primavera de 2011 lo que entonces sucedía y lo que hoy -malditos ciclos históricos, quá ganas de hacerlos añicos-, se repite en un País Vasco que, tras dar su apoyo a Bildu con 313.000 votos, ha demostrado que está gravemente enfermo:


José Luis Sosa-Dias Astigarraga nació en Uruguay hace 49 años. A los 21 dejó su trabajo e hizo la maleta. En el aeropuerto de Montevideo, alguien le dio una pequeña enseña uruguaya y el pensó: "Algún día haré banderas".

Su llegada a España fue dura y áspera: inmigrante sin papeles, vendedor de libros puerta a puerta. Hasta que un día reunió a su mujer y a sus hijas en el salón de su piso madrileño en la calle Canillejas: "Vamos a hacer una bandera española... para probar". Dibujaron los moldes a mano, mezclaron las tintas con la batidora, secaron la tela en el tendedero y fijaron los colores en el horno donde otras veces asaban pollos. Prueba superada. A vender.

Hoy, 20 años después, Sosa Dias S.A. es la tercera empresa más importante del sector en Europa y la única en España que se dedica exclusivamente a la producción de banderas. En su sede de Colmenar Viejo, que abarca media hectárea de terreno, 90 empleados diseñan, imprimen, secan, planchan y cosen unos dos millones de metros de tela al año, que se convierten en enseñas coloridas de naciones, empresas e instituciones: más de 10.000 kilómetros de poliéster en dos décadas. "Fabrico las del toro solo por encargo, pero ahí tengo la batalla perdida con la producción china. Eso sí, de bajísima calidad". 

Controvetida como en pocos países, la bandera española está más de moda que nunca. Gracias a las manifestaciones masivas en contra de la negociación con ETA, las ventas han aumentado espectacularmente. Solo en el primer trimestre de 2007, Sosa Dias multiplicó sus pedidos por cinco (37.500 banderas) con respecto al periodo entre enero y marzo del año pasado, en el que se vendieron unas 7.500. Explica José Luis que la demanda siempre sube en primavera: "Es cuando la gente más se manifiesta". A río revuelto...

Mientras el Rojo 186 y el Amarillo 116, únicos colores lícitos para la enseña española, teñían las calles, los mástiles de ciertos consistorios, en el País Vasco y Cataluña sobre todo, se exhibían huérfanos de la rojigualda, ajenos a la ley que les obliga a ondearla. Meses después, muchos siguen vacíos. Es la larga guerra de las banderas.

A Regina Otaola, alcaldesa de Lizartza, no le bastó la intención. Cuando se propuso izar la señera española en el consistorio, descubrió que ni siquiera la tenían. Tuvo que pedírsela al Partido Popular. Cuando al fin pudo ondearla en la fachada, los 'abertzales' la ocultaron bajo una ikurriña desmesurada. 

A 424 kilómetros de Lizartza, José Luis, 'el banderas', recibe -orondo, tierno y bromista- con traje serio y corbata de estridencia multicolor: "Tengo más de 130. Todas, de banderas". Y sobre ellas lo sabe todo. "En Suecia -asegura maravillado-, no hay celebración sin bandera. Hasta venden las casas con mástil incluido. ¡Y en España se avergüenzan de la suya! Si llevas una camiseta con la bandera, eres un facha. Franco pasó. ¿Qué les pasa a ustedes?".

Precisamente la mayor bandera española nunca antes izada, la de la Plaza de Colón, en Madrid (290 metros cuadrados, 38 kilos y un mástil de 50 metros), hizo saltar el nombre de Sosa Dias al gallinero mediático. En 2002, defensores y detractores de la enseña nacional le pusieron en el punto de mira. Una emisora catalana de radio llegó a calificarle con desdén como "el uruguayo sin papeles que hizo la bandera de España". El se ríe: "También hago la madrileña, la murciana, la de Asturias, y nadie me acusa de ello".

Un haz de luz azulada proyecta el escudo real sobre una plancha de poliéster. Junto a ella, José Luis aclara que la bandera de Colón llevaba ya mucho tiempo izada sin hacer ruido: "Las alarmas saltaron en los círculos nacionalistas cuando el gobierno de Aznar quiso homenajearla una vez al mes. Antes había pasado desapercibida".

Delante de la máquina de estampados -inmensa cinta donde la tela entra blanca, se detiene, se empapa de color y corre hacia el horno de secado a 100 grados- José Luis hace una parada retórica para hablar de un tema espinoso: la bandera franquista. "Sí, la fabrico. Soy un empresario y hago lo que mis clientes me encargan. Una bandera es un símbolo cuando se iza. Yo solo vendo trapos de colores. El uso que les den no es cosa mía. ¿Qué sé yo si van a usar la del aguilucho para una manifestación o una película histórica?". En el almacén de productos terminados, la bandera de Franco y la de Azaña: "Vendemos unas 2.500 de la II República al año. Preconstitucionales, bastantes menos".

El olor de los tintes lo llena todo, se posa en la lengua y acompaña a José Luis dentro del gran montacargas que transporta el tejido húmedo hasta la sección de secado, plancha y enrollado. Al otro lado de la puerta, 18 mujeres cosen sin parar y en el suelo reposan dos sacos toscos y pesados: "Son las banderas de la plaza de Colón. Una vez al mes, arrían una y la sustituyen por otra mientras adecentamos la primera. Nos lleva dos semanas. Dos meses nos costó confeccionar la original. Y dedicamos otros dos solo al escudo".

Descomunal y esbelta, la enseña de Colón ondea al viento ajena a la guerra de las banderas. En los talleres de José Luis le curan las heridas. Allí, otras hermanas pequeñas siguen naciendo y conviven silentes con senyeras e ikurriñas, en una paz que se rompe en los escenarios calientes de la política nacional.

Enlace al reportaje original, publicado el domingo, 16 de septiembre de 2007:

16 de junio de 2011

Todos ustedes parecen felices...


... y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen, incluso, 
palabras
de amor. Pero
se aman
de dos en dos
para odiar de mil
en mil. Y guardan
toneladas de asco
por cada
milímetro de dicha.
Y parecen -nada
más que parecen- felices,
y hablan
con el fin de ocultar esa amargura
inevitable, y cuántas
veces no lo consiguen, como
no puedo yo ocultarla
por más tiempo: esta
desesperante, estéril, larga,
ciega desolación por cualquier cosa
que -hacia dónde no sé-, lenta, me arrastra.
                          
                                               (Áspero mundo)

OTRAS VECES
Quisiera estar en otra parte,
mejor en otra piel,
y averiguar si desde allí la vida,
por las ventanas de otros ojos,
se ve así de grotesca algunas tardes.

Me gustaría mucho conocer
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras,
comprobar si el pasado
impregna los tejidos del mismo zumo acre,
si todos los recuerdos en todas las memorias
desprenden ese olor
a fruta mustia y a jardín podrido.

Desearía mirarme
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
para que así el desprecio
destruya los despojos
de todo lo que nunca enterrará el olvido.


Ángel González. Poeta y profesor de literatura. Ovetense. Lúcido. Condensador profesional de aquellas emociones y situaciones que los mediocres somos incapaces de traducir en palabras. 

Retrato de un estado de ánimo en dos poemas.

WARNING: Universidad - Prohibido saber

Enero de 2011 Jueves por la tarde. Los alumnos del Máster acuden a clase con uno de los mejores profesores que han pasado por el aula hasta el momento. La oveja magenta, cuyo mayor entretenimiento siempre fue aprender, absorbe cada palabra con estusiasmo. Y en su afán por saber más, participa todo lo que puede... Siempre que se lo permitan. En su código tácito: nunca hablar sin levantar la mano.

El profesor, al que llamaremos Cancún, pregunta a los estudiantes cómo perciben la figura de un entrenador de fútbol sobre cuya efectiva forma de trabajar ha escrito un libro. La oveja magenta dibuja un breve retrato que alaba las virtudes del entrenador. Pero antes de concluir, matiza: "Como no todo va a ser bueno y ya que no oigo ninguna crítica mínimamente negativa, creo que es muy taimado".

De inmediato, la oveja magenta oye a su espalda resoplidos, risotadas, pedorretas... Toda una sinfonía de onomatopeyas, acompañadas por burlas, exclamaciones y gestos histriónicos de desprecio: ¿Qué ha dicho, qué ha dicho? ¿Taimado? ¿Eso qué coño es? Siempre dando la nota. Taimado, dice...

Junio de 2011 Miércoles por la tarde. Los alumnos del Máster acuden a una clase magistral con un excelente profesional, especializado en el coaching de altos directivos. El ponente, a quien llamaremos Lisboa, decide introducir uno de los temas estrella de la jornada con una pregunta a la audiencia: ¿Alguien sabe qué significa procrastinar?

Y ahí tenemos a nuestra oveja magenta -cuya pasión desde que era solo un corderillo es el estudio de la lengua española-, levantando su temblorosa manita, temiendo las consecuencias de semejante atrevimiento, porque siete meses de humillaciones son muchos, pero segura de que su misión reside en no dejarse hundir. A tres metros, otro alumno alza también la mano, pero él sabe que no debe temer nada, porque forma parte del bando de los ganadores, una pequeña mafia en ese microcosmos agobiante y opresor de 20 personas.

De inmediato, la oveja magenta siente a su derecha resoplidos, risotadas, pedorretas... Toda una sinfonía de onomatopeyas acompañadas por burlas, exclamaciones, gestos histriónicos de desprecio, miradas de odio enfermizo... Y la complicidad muda y peligrosa de quienes contemplan el espectáculo sin inmutarse y, por qué no, con cierta delectación: Cómo no... Es que ella lo sabe todo... Se creerá la mejor... Qué pedante...

A todo esto, la oveja magenta me comenta, asombrada, que no entiende cómo es posible que en un grupo de 20 solo dos sepan el significado de un término que en inglés en tan común, si la mayoría de ellos asegura en su curriculum vitae dominar este idioma. En fin, la oveja magenta es tan inocente, que no entiendo cómo sigue viva.

Año 2011 La universidad, templo laico donde el conocimiento debería ser cultivado y valorado, y donde, sin embargo, el saber  es motivo de burla y humillación. Institución donde los mismos que fueron matones o bufones en el colegio y el instituto imponen la dictadura de la mediocridad y la zafiedad, marginando, como hicieron en el colegio y en el instituto, al que en su día bautizaron como empollón, cuatro ojos o pringao. Todo ello, con la complicidad de los demás, que prefieren unirse al bando ganador, riendo con ridícula exageración cada una de las gracietas intempestivas, mirando hacia otro lado cuando aparecen los insultos, la violencia psicológica, el ninguneo, el estigma. Y como guinda, la pasividad sangrante de catedráticos, docentes, rectores... cuyo cometido, al parecer, no reside en "educar, sino exclusivamente en formar", salvo que de la violencia psicológica se pase al empujón o la bofetada, claro. Mientras las magulladuras y las heridas solo vayan por dentro, ellos se lavan las manos.  

Si la universidad está así, estamos jodidos.

13 de junio de 2011

El dulce castigo de la lucidez




La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra: lúcido viene de Lucifer, el arcángel rebelde, el demonio. Pero también se llama Lucifer el lucero del alba: la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse. Lúcido viene de Lucifer y Lucifer viene de 'lux' y de 'ferous', que quiere decir "el que tiene luz", el que genera luz, el que trae la luz que permite la visión interior, el bien y el mal, todo junto: el placer y el dolor. La lucidez es dolor. El único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez: el silencio de la comprensión, el silencio del mero estar. En esto se van los años. En esto se fue la bella alegría animal.

11 de junio de 2011

Salamanca, tierra (bipartidista) mía

Cuatro meses, un nuevo corte de pelo, un inicio de prácticas, una acampada, una precampaña electoral con su campaña posterior, tediosas tareas para el Máster, alguna que otra lágrima, infinitas carcajadas, valiosas nuevas incorporaciones a mi vida y varias fluctuaciones de peso después... Me subo a un autobús, que aquí no es autobús, sino Alsa, para atravesar el Negrón y volver a la ciudad dorada.

No te veo desde el invierno y llego apenas para despedir la primavera contigo, Salamanca. Sé que te voy a encontrar distinta (casi plagio al Maestro sin quererlo), un poquito más carca. Azorrada en un pasado muy pasado de intelectuales y ciencia, de vanguardia y aulas, malvives de las rentas. 

Cuida mucho esas piedras. Son el único patrimonio que conservas. Expulsas sin piedad a tus hijos, que ya toman por natural el autoexilio, generalmente madrileño. No te queda nada, salvo un buen manojo de japoneses con cámaras. Has quedado para los clásicos literarios, las despedidas de soltero y los Erasmus. 

Representas a esa Castilla que no digirió dejar de ser un imperio: desconfiada, inmovilista, cobarde, que reniega de sí misma y se deja morir, tranquila y satisfechota, mientras todo siga como está. Aún no sabes, ni siquiera en tu agonía, que nada permanece y que quien a ello aspira, solo consigue languidecer con tal exasperante lentitud, que llega a convencerse de que nada cambia.

Cuando la Democracia permitió a nuestros padres decidir (¿decidir?) tu futuro, te abonaste al paradigma del 50%, repartiendo votos, casi por igual, entre los que entonces, quizá entonces sí, eran conservadores y progresistas... antes de equipararse. 

Pero el 22 de mayo decidiste sumar 18 + 9, convencida de que obtendrías 27. Premiaste como nunca la mediocridad de lo conocido y castigaste, también como nunca -y no te culpo, no te culpo-, el nifúnifáteo insípido y desvirtuado de los otros. Pintaste ese precioso ayuntamiento churrigueresco de dos colores rancios, gastados, devaluados. Soslayaste y ninguneaste cualquier otra alternativa. Rojo y azul... Sobre todo, azul. Qué poca clase, chica. Qué horterada.

Qué tienes que agradecerles, explícamelo, te escucho. Trato de comprenderte para no menospreciarte. ¿No ves que ya no entiendo nada? Dime, venga. Dime, qué han hecho ellos por ti. ¿Convertirte en un asilo, en un refugio exclusivamente vacacional para aquellos jóvenes a los que guías hacia el éxodo masivo? ¿Borrar esa universidad pionera de toda lista de prestigio? ¿Transformarte en parque de atracciones para estudiantes -cada vez menos- y puentes de la Constitución? ¿Vaciar tus cátedras de intelectuales? ¿Dejar morir o emigrar tu industria testimonial? ¿A qué te aferras? A los libros de Historia, a los "Clavelitos", a ese pegote de piedra erosionada que fue algún día una rana en la fachada, a la dehesa, a esa versión mesetaria de los señoritos andaluces que crían cerdos y toros entre encinas centenarias. ¿A qué te agarras con tantas ganas? Creíste sumar 18 + 9 y no tienes nada.

No quieres sumar. En realidad, lo sé, no quieres nada. Solo estar, seguir, en calma. Morir poco a poco. Que no te falten tu chanfaina dominguera, los toros en Ferias, la Unión Deportiva Salamanca. Que no te quiten la faria, el paseo a media tarde por la Plaza, el tapeo en Van Dyck y la siesta de un agosto infernal. Con eso basta. 18 + 9 = NADA

Pero te quiero, sí. Qué le vamos a hacer. Y pienso emocionarme cada vez que vea asomar esa cúpula desde la Autovía de la Plata. Y sentirme en casa. Pero no me resigno. Te propongo un pacto. Venga, tontona, anda. Volvámonos locos. Si no sale bien, no insisto. Agreguemos colores a esa escala. Ya no se lleva. Cualquier trendsetter te diría que el color bipartidismo está out, muñeca. 

Busca pintura. Azul y roja. Sí, azul y roja, hazme caso. No es más de lo mismo... Tiene delito que tú me lo preguntes... Ahora, una gotita de cada. Mezcla. Sin miedo, con ganas. ¿Ves? Magenta. La cosa cambia.

9 de junio de 2011

Concierto efímero para teclado





La oveja magenta desea transmitir un mensaje rápido y urgente, porque la música es un tesoro que debe compartirse, porque estas son las pequeñas cosas que iluminan lo cotidiano... y porque al final del día, todo esto no tendrá sentido. La era de lo efímero quizá nos haga entender mejor el encanto del Carpe Diem y la importancia del ahora.

El Google Doodle de hoy, 9 de junio, homenajea al músico Les Paul en el nonagésimo sexto -96º, vaya- aniversario de su nacimiento y nos hace partícipes de esta celebración convirtiéndonos en guitarristas virtuales. 

Sin más, aquí os deja la oveja el 'Himno a la Alegría', composición para Google Doodle y teclado en laptop:

U I O O I U Y T T Y U U Y Y U I O O I U Y T T Y U Y T T Y U T Y U I U T Y U I U Y T Y W U I O O I U Y T T Y U Y T T

Puedo prometer y prometo...

Que al exclamar "cojonudo", no evoco unos orondos genitales masculinos como paradigma de virtud o superioridad.

Que un "coñazo" no es para mí un descomunal pubis femenino que identifique con lo insustancial o lo aburrido.

Que al rechazar la igualdad matemática de hombres y mujeres dentro de una organización, no sucumbo al poder del falo, sino que defiendo el mérito personal. 

Que al emplear el masculino plural para incluir a todos los presentes en un contexto, no refuerzo el lenguaje opresor del macho dominante.

Que me da lo mismo tener jefe o jefa; siempre preferiré a la persona mejor preparada.

Que al despreciar la arroba o la equis en la escritura a modo de género neutro, solo empleo el sentido común y la corrección lingüística para rehuir de la más ridícula y vacua corrección política.

Que eso de que "el mundo sería mejor si lo dirigieran las mujeres" me parece una soberana memez. Margaret Thatcher. No digo más.

Que no me escandaliza que una niña pida a los Reyes (y no a las Reinas) un set completo de cocina, como tampoco que lo haga un niño. Que incluyo en la normalidad la imagen de ella marcando goles por la escuadra y la de él saltando a la comba como si no hubiese un mañana.

Que me reafirmo en que la sexualidad nos diferencia y nos complementa, pero el intelecto nos equipara.

Que fui educada en la igualdad y el libre pensamiento, mientras mi madre hacía camas y limpiaba los baños, al tiempo que mi padre preparaba la comida y pasaba el aspirador.

Que siempre me concedieron tanta o más libertad que a mi hermano.

Que considero un privilegio raro y deseable la crianza de los hijos durante sus primeros años, y no creo por ello que mi hábitat sea el hogar, donde deba esperar a mi marido con las pantuflas en la mano, el vestido de los domingos y el plato sobre la mesa.

Que voto al candidato que me parece más apto, sin importarme si usa falda o pantalones.

Que el machismo me asquea tanto como el feminismo.

Que el día en que me rinda a la dictadura del "nosotros y nosotras", suplicaré un buen meneo de solapa y lo recibiré sin rechistar.

8 de junio de 2011

El pepino de Sosa Wagner

Hoy, quiero hermanar este blog con el de Naroh para celebrar la genial iniciativa del eurodiputado de UPyD, Francisco Sosa Wagner, que empuñó ayer un pepino en el Parlamento de Estrasburgo, para desagravio del sector hortofrutícola español, y con una repercusión mediática abrumadora. ¡Portada en la web de la BBC, señora! Eso es reivindicar con gracia. ¡No sin mi pepino!


6 de junio de 2011

La oveja magenta no sigue al rebaño

Me presento: Siempre fui la oveja negra en todas las familias sociales... excepto en la mía, quizá porque los cuatro formamos un mini rebañito oscuro; paradójico: la lucidez y el libre pensamiento de mis padres son luminosos.

Ser la oveja negra no es fácil, pero la alternativa -fingirse quien no se es en pos de la "popularidad"- resulta agotadora; aunque confieso que en la adolescencia y en la primera juventud sucumbí varias veces a la tentación de disfrazarme de otra: imposible y muy estresante.

Así que, llegó el momento en que, sin perder la autocrítica, me decidí por aceptarme a mí misma como honorable y recalcitrante outsider. Siempre a contracorriente, más que como oveja, como salmón: es ingrato... pero también es honesto.

Antitaurina y ecologista beligerante en una pequeña ciudad de la Salamanca profunda, de cuyo nombre no quiero acordarme; progresista indisimulada en un entorno reaccionario; abonada al sobresaliente en el colegio donde trabajaban mis padres (los niños, esas pequeñas bestiecillas crueles y primarias); defensora de los derechos de los homosexuales allí donde el armario era el único refugio seguro; pro israelí en un contexto adverso y pro palestina en opinión de los sionistas radicales; antinacionalista (mucho más que no nacionalista) en un país absurdo e incoherente, donde cualquier "anti" -excepto los oficialmente aceptados y promovidos- se condena entre grandes aspavientos...

Oveja negra sin remedio y huérfana política desde 1998, seguía empeñada en no querer ver que el partido que había traicionado las ilusiones de nuestros padres también frustraba las mías... Oveja negra y niña repollo que soñaba con cumplir 18 años para poder hacerse socia de Greenpeace y miembro activo -activísimo- de las Juventudes Socialistas... hasta que estos y aquellos me decepcionaron.

Desde la mayoría de edad, he introducido en las urnas papeletas de IU, PSOE, un partido ecologista que no consigo recordar (buena señal), Ciudadanos y UPyD. Fue en 2008 -exactamente diez años después de perder la inocencia política- cuando esta oveja negra, descreída y resabiada, se transformó en una oveja magenta: el Manifiesto Fundacional de UPyD -redactado un año antes- reunió, conceptualizó y puso en palabras mis principios y aspiraciones como ciudadana, para adoptarme y retirarme de la orfandad política.

Desde entonces, algunos de mis progresistérrimos amigos se han esforzado en hacerme ver que he traicionado a la causa, que me he pasado al otro bando, que el conservadurismo me ha llegado con demasiados años de adelanto. Y me han demostrado, involuntariamente, que esto es como lo de la mujer del César: que no basta con que sea honesta, sino que tiene que parecerlo. Y lo que es más: que no hace falta ser progresista, sino que con votar a unas determinadas siglas uno va que arde... por mucho que su pasar como ciudadano por la vida contradiga ese supuesto progresismo que algunos han sabido apropiarse.

Pero ya habrá tiempo y días para relatar lo sucedido a esta oveja magenta desde el otoño de 2008 hasta hoy. Por el momento, sigo avanzando contra la corriente. Ah, ya no estoy sola. Ahora, mi braceo silente y solitario se ha unido al de otros, que son cada vez más. Ahora, el pequeño arroyito que guiaba este trémulo periplo se ha convertido en una marea magenta. Aviso a navegantes.

5 de junio de 2011

Probando, probando... BEEEH...


La oveja magenta está nerviosa, y como la pobre ahoga sus agonías en chocolate, acaba de comerse 100 gramos de Lacasitos sin respirar.

Después se quejará de que el magenta engorda, sacará a relucir la dictadura de los cánones de belleza y afirmará que ella es ancha de huesos. Es lo que tiene ser una ciclotímica y una incoherente emocional.

Mañana publica su primera entrada en este blog -un proyecto postergado por falta de tiempo, pero sobre todo, por cobardía- y en su cabeza bullen millones de palabras a un ritmo vertiginoso, pero no acaban de ordenarse tal como quisiera.

Cuenta que esta mañana lo tenía claro; que los puntos, sustantivos, comas, verbos y exclamaciones se ordenaban perfectamente frente a ella en el espejo, mientras se acicalaba al ritmo de una radiofórmula musical. Pero, oh, llegó la hora del boletín informativo y, del susto y la indignación, se le corrió el rimmel y se le nublaron las ideas al oír el último insulto de Tomás Gómez a la inteligencia y al colectivo de las ovejas magentas, cada vez más numeroso en España.

No es la primera vez que la oveja magenta oye acusaciones de semejante calado. Al tiempo que recompone el maquillaje, recuerda la infinita lista de calumnias que su joven colectivo soporta estoicamente a diario: comunistas, fachas, resentidos, populistas... Y de pronto, cuando está a punto de estallar y gritar frente al espejo, rompe en una amplia risotada, mientras se repasa los ojos con lápiz negro -de no ser por su pericia, a estas horas tendríamos una oveja magenta... y tuerta-. 

Entonces, piensa que algo harán bien las ovejas magentas cuando ponen nerviosos a unos y otros, evoca el "ladran, luego cabalgamos", y sale a disfrutar de la espléndida mañana de domingo que Oviedo le ha regalado.

Un Ribera del Duero y dos pinchos después, Tomás Gómez, su mediocridad y su baja altura moral quedan muy lejos. Y la oveja magenta, "roja" o "reaccionaria" según quién y en función de qué prejuicios la califique, vuelve a casa con el estómago lleno y la melanina bailando en su piel al ritmo de la vitamina E insuflada por el sol de junio... pensando cómo demonios estrenar este diario intangible en el que aspira a que la libertad sea una máxima siempre.