16 de junio de 2011

Todos ustedes parecen felices...


... y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen, incluso, 
palabras
de amor. Pero
se aman
de dos en dos
para odiar de mil
en mil. Y guardan
toneladas de asco
por cada
milímetro de dicha.
Y parecen -nada
más que parecen- felices,
y hablan
con el fin de ocultar esa amargura
inevitable, y cuántas
veces no lo consiguen, como
no puedo yo ocultarla
por más tiempo: esta
desesperante, estéril, larga,
ciega desolación por cualquier cosa
que -hacia dónde no sé-, lenta, me arrastra.
                          
                                               (Áspero mundo)

OTRAS VECES
Quisiera estar en otra parte,
mejor en otra piel,
y averiguar si desde allí la vida,
por las ventanas de otros ojos,
se ve así de grotesca algunas tardes.

Me gustaría mucho conocer
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras,
comprobar si el pasado
impregna los tejidos del mismo zumo acre,
si todos los recuerdos en todas las memorias
desprenden ese olor
a fruta mustia y a jardín podrido.

Desearía mirarme
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
para que así el desprecio
destruya los despojos
de todo lo que nunca enterrará el olvido.


Ángel González. Poeta y profesor de literatura. Ovetense. Lúcido. Condensador profesional de aquellas emociones y situaciones que los mediocres somos incapaces de traducir en palabras. 

Retrato de un estado de ánimo en dos poemas.

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