21 de junio de 2011

Público-La Razón: curso de manipulación periodística

19 de junio de 2011. Miles de personas se manifiestan en las calles de diversas ciudades españolas para gritar su hartazgo ante la corrupción política y de los políticos, los abusos del bipartidismo o una crisis que les ahoga, de la que son los menores responsables y los mayores paganos. Decenas de miles toman la calle para elevar un ¡BASTA YA! a nuestros representantes en las instituciones y para refrendar que el movimiento 15M sigue vivo y no se cansa. 

Al día siguiente, la po(r)tada del diario La Razón ilustra la manifestación madrileña, cuyo punto de encuentro es la Plaza de Neptuno, con una fotografía (me centraré solo en la imagen, aunque el titular tampoco tiene desperdicio) mentirosa, manipuladora, tendenciosa hasta la náusea. Inmediatamente, Twitter denuncia el hecho: los indignados están más indignados que nunca, básicamente, por dos motivos:

1.- La perspectiva: Deja fuera de plano el espacio en el que se concentran la mayor parte de los manifestantes, para dar protagonismo a una amplia avenida vacía que queda fuera del recorrido.
2.- En un zoom, puede apreciarse que un manifestante se ha quedado sin cabeza. A su alrededor, lo que parece la estela de otras personas, que también han desaparecido.

Sobre el segundo punto, hoy, dos días después, no tengo nada que decir, puesto que La Razón se apresuró a aclarar que la desaparición del tronco superior de un manifestante se debía a un problema en el ensamblaje de varias fotografías, realizadas para obtener una buena panorámica. Opto por creerme la explicación del diario. Para lo que no hay excusa es para esa maldita perspectiva. He aquí dos imágenes: a la izquierda, un retrato honesto del panorama; a la derecha, la manipulación hecha imagen:



Entre ambas fotografías hay dos diferencias fundamentales:

1.- El plano general, frente a la búsqueda de los espacios vacíos.
2.- La obsesión por evitar que la realidad contradiga nuestros postulados.

3 de abril de 2011. El Palacio de Vistalegre (Madrid) acoge un mitin de precampaña de UPyD. La antigua plaza de toros, símbolo y bastión -hasta ahora- del PSOE, que decide cancelar su tradicional acto electoral porque no está el horno para bollos, cede el monopolio.

En el ánimo del partido magenta flota, no tiene sentido negarlo, un cierto miedo en torno al aforo: Vistalegre es muy grande (15.000 plazas) y la formación, pequeña. Con todo, se cumplen las mejores expectativas: más de 6.000 personas acuden al encuentro desde varios puntos de España: éxito absoluto. Así lo describí en una crónica que redacté sobre este día y que puede leerse en su totalidad aquí: A medida que avanzan los minutos, las gradas de la plaza de Vistalegre se van llenando, hasta alcanzar una oronda cifra que supera los 6.000 (todo un hito para un partido que cuenta con algo más de 7.000 afiliados en toda España), mientras en la arena, reservada para los candidatos por UPyD, apenas quedan sillas sin dueño.

Pero en el autobús que devuelve a casa a los asturianos que han viajado esa madrugada hacia Madrid, el desánimo y la rabia comienzan a cundir cuando, en un seguimiento a tiempo real de la repercusión mediática del acto, comprueban que la realidad ha vuelto a acomodarse a las líneas editoriales... Aunque por su importancia y recalcitrante repetición, este es un fenómeno que requiere una entrada en exclusiva en este blog en otro momento.

Hoy me centraré solamente en las fotografías: la mayoría de ellas, correctas, honestas, sin un pero. Sin embargo, llega el turno de, entre otros, el diario Público -ese panfleto de la izquierda más obsoleta, decimonónica y rancia; esa biblia de los que confunden progresismo con adhesión incondicional y visceral a unos postulados caducos, ese folleto maniqueo que desconoce la autocrítica y que, disfrazado de revolución, rinde pleitesía al gigante de la izquierda oficial-. Y Público nos regala una fotografía, atribuida a la Agencia Efe, que pervierte y convierte en esperpento deformado lo que sucedió en Vistalegre.

He aquí el contraste entre lo que ellos querían que pareciera y lo que en realidad fue:



 Entre ambas fotografías hay dos diferencias fundamentales:

1.- Un giro de cámara de 180º.
2.- El ángulo ruin, el tramposo, el que busca los espacios vacíos con obsesión malsana.

La fotografía de la izquierda (me limitaré solo en la imagen, aunque el titular de aquel día tampoco tiene desperdicio) es mentirosa, manipuladora, tendenciosa hasta la náusea. Y la explico: como ya he dicho, UPyD decidió reducir a la mitad (entre 7.000 y 8.000 plazas) el aforo de Vistalegre, básicamente, por cuestiones técnicas y de logística: había que reservar espacio para el escenario, las pantallas, la iluminación, etc. Pues bien, el vacío es el protagonista de una imagen que se centra en aquel sector inhabilitado del graderío, más el inevitable espacio (a la derecha) que queda entre lo que en su día fue la arena del coso y las gradas.

Del 3 de abril al 19 de junio. De Público a La Razón. Aparentemente -no entiendo por qué algunos siguen empeñados en defender esta indefendible tesis-, dos formas antagónicas de hacer periodismo. Realmente, dos panfletos al sevicio de un mismo objetivo: educar a los ciudadanos, de forma paternalista e inmoral, en unos principios que son dogma: los únicos buenos, los únicos válidos, los suyos. Y en este caso concreto, un fin común: tratar de convencernos de que fue un fracaso de convocatoria lo que resultó un éxito de asistencia.

Mismo perro, distinto target.

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